Ni el mas imaginativo de los autores de ciencia ficción social hubiera podido predecir una organización humana como la que vivimos en el comienzo del Siglo XXI. La escalada neoliberal -iniciada tras desaparecer el enemigo que se ocultaba al otro lado del Telón de Acero con Ia caída del Muro de Berlin - alcanza hoy cotas inconcebibles no demasiado tiempo atras. Una crisis que desencadena el poder financiero y que termina otorgando el mando a los causantes del cataclismo a través de los políticos. Los platos rotos se pegan y enriquecen a costa de la población en general sometida a duros recortes. El "soma" del Mundo Feliz de Huxley se distribuye por las pantallas audiovisuales y de papel del Fahrenheit 451 de Ray Bradbury y en nombre de la "libertad" -de mercado, no de educarse y mantener la salud, no de comer para todos incluso- se vende precariedad pagada de los propios bolsillos. Con la "mano dura" vigilante que predijo Orwell en su 1984.
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