Una tumba profanada...Un pueblo súbitamente abandonado por todos sus habitantes...Un misterioso signo tatuado en una momia y grabado en una sortija de oro...
Todos esos indicios llevan al príncipe Khaemouaset, su asistente Meresankh, y su escolta personal Imeni a desenmarañar el hilo de un enigma complejo y terrorífico.
Incluso el palacio de Ramsés II no podrá garantizar la seguridad de estos pertinaces investigadores, que poco a poco, irán descubriendo la extensión de un complot basado en aquello que los hombres consideran lo más sagrado: Sus dioses... y el oro.
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