Verano de 1936. Pablo Uriel tiene 22 años, acaba de licenciarse en Medicina y mira al futuro con ilusión. Acude a trabajar por primera vez como sustituto al pueblo riojano de Rincón de Soto. A los diez días de su llegada, estalla un golpe militar. El 19 de julio el pueblo es ocupado por una unidad de requetés y pronto, comienza una represión sobre las gentes, que son inmediatamente encarceladas por ser de izquierdas, pertenecer a algún sindicato o simplemente por denuncias anónimas. Pablo será testigo de cómo sus conocidos ingresan en prisión sin conocer las causas exactas de las que se les acusa. En agosto de 1936 es llamado a filas pero a los pocos días es detenido y encarcelado. Pasará tres meses en una prisión militar de la que pocos salen con vida. Allí, coincide con Luis Florén, un estudiante de Letras, militante de la FUE….
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